sábado, 14 de agosto de 2010

Leyenda - La Torre de los Encantados - España

Muy cerca del pueblo de Caldes de Estrach - Barcelona - España, hay una colina donde se levanta una torre que llaman de "Los Encantados". Sobre esta torre hay varias leyendas.

Dice una de ellas, que una joven, hija de una de las familias más pobres del pueblo, desapareció un día sin dejar rastro.

Todos los vecinos las estuvieron buscando durante muchos días, pero no encontraron ni la más mínima pista de su paradero.

Cuando ya la daban por perdida, una mañana apareció ante la puerta de su casa llevando con ella muchas joyas y monedas de oro, más que suficientes como para que su familia dejara de ser pobre.

Según contaba, estaba paseando por la tarde cerca de "Los Encantados" y un águila enorme se echó encima de ella y la aprisionó fuertemente con sus garras, pero sin hacerle ningún daño. Después la llevó hasta el interior de la Torre y la dejó allí en el suelo.

En ese mismo momento el águila se convirtió en un apuesto joven que le pidió disculpas por habérsela llevado de aquella manera.

Le pidió que lo ayudara a deshacer el encantamiento que sufrían tanto él como su prometida, por las malas artes de un malvado mago, envidioso por el amor que se sentían el uno por el otro.

El embrujo sólo se podía deshacer si una joven accedía a quedarse encerrada en la Torre hasta que una paloma viniera a posarse en sus manos.

La joven accedió y se quedó en la Torre, quería ayudar en todo lo posible al apuesto caballero para que pudiera deshacerse de aquel terrible hechizo.

Él, le prometió que de nada se tenía que preocupar mientras estuviera allí, que estaría bien.

En la Torre, había un ejército de duendecillos que trabajaban afanosamente para mantenerlo todo perfectamente ordenado y limpio. Además, seis de ellos preparaban sabrosas comidas y otros cuantos, se encargaban de confeccionar vestidos suntuosos y zapatos elegantes.

Por si esto fuera poco, cada día cuando despertaba, se encontraba en su almohada una imponente joya o un puñado de monedas de oro.

La joven estuvo allí mucho tiempo, hasta que una mañana vio a una paloma que volaba hacia su ventana acompañada del águila.

La paloma se acercó a ella y se posó suavemente sobre sus manos.

En ese mismo momento el águila volvió a recuperar su forma humana y la paloma se transformó en una bella joven de cabellos dorados.

Se pusieron locos de alegría porque habían logrado deshacer el encantamiento y entonces, añadieron joyas y regalos a los muchos que ya tenía la joven campesina, agradeciéndole mil veces la paciencia que había tenido.

Después desaparecieron, quedando la joven en libertad para poder volver con su familia.

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